Acéptalo de un p….vez que no gustas a todo el mundo

Una de mis obsesiones de mi adolescencia y de mi juventud en los primeros años (hasta los 24-25 años) era que quería gustar a todo el mundo. Sobre todo a las chicas que me gustaban mucho.

Era tal mi obsesión que para mi era insoportable escuchar que alguien había dicho a mis espaldas que le “caía mal”. ¿Por qué? Me atormentaban los pensamientos de lo que había dicho o hecho para que esa persona no me tuviera aprecio. Me decia a mi mismo: “Si soy simpático, divertido, bromista y no tengo mala conversación. ¿Por qué no le gusto a esa persona?

Con el tiempo, y algo de lectura de aprendizaje, descubrí que nuestro cerebro se activa de forma instantánea cuando creemos que una persona “no nos va a caer bien” y lo hace casi al instante de conocernos. Nos introduce un mensaje, que se convierte en creencia limitante, que se impregna de manera fuerte en nuestra mente: “Esta persona no me cae bien”. Cuando nos preguntan porque solemos contestar: “No lo se, pero tiene algo que me hace que no me caiga bien”. Luego con el tiempo, si seguimos en contacto con esa persona, vemos algunos actos que justifican nuestra versión.

Es decir, hay algo que no dominamos y que hace que las personas nos rechacen, con motivos que no podemos gestionar ya que tiene que ver con las impresiones que tiene esa persona. Y eso se agudiza con los prejuicios y creencias que a lo largo de su vida ha tenido una persona. Por poner un ejemplo: Si esa persona ha sido traicionada por una persona que llevaba gafas, su cerebro le instala la idea de que las personas con gafas no son de fiar.

Y luego esta lo que consideramos criticas injustas. Que es cuando alguien dice algo de nosotros que no compartimos y consideramos que nos están “atacando”.

Cuando un Ser Humano hiere con sus palabras, la ofensa que recibimos lo tratamos a nivel personal como un ataque despiadado e injustificado pero pocas veces lo gestionamos como algo que debemos mejorar.

Podría poner miles de ejemplos, aunque voy a poner un clásico. Cuando nos dicen que somos egoístas, nuestro cerebro se activa brutalmente intentándonos defender de esa critica injusta. Es normal. Nos han dicho que somos algo que no compartimos, y ademas no han especificado en que ocasiones lo somos.

Las etiquetas de Todo o Nada hacen que algunas criticas se conviertan en verdaderos campos de batalla.

Si en lugar de decir que somos egoístas, nos dijeran en ocasiones te comportas de manera egoísta, como en ese dia que hiciste….Entonces nuestro cerebro nos dira: “No eres egoísta, solo en esos casos que ha contado”. Y si resolvemos ese asunto diciéndonos: “Voy a intentar de dejar ser egoísta en las situaciones que me describen”entonces aparece la Magia de la Reinvención y el Descubrimiento para poder ser Mejores personas.

Habitualmente sigo estas normas para que no me afecten las Criticas:

• Si considero la critica como injusta e innecesaria no me afecta. Dejo mis sentimientos de defensa y evito “defenderme” ante lo injusto

• Si considero que la critica tiene parte de Verdad (no razón, esta es subjetiva) intento reflexionar para Cambiar o Mejorar aquello que se me critica

• Si la crítica viene de alguien que esta “enfadada con el mundo” y que ataca a todas las personas constantemente, obvio sus palabras y evito el conflicto. Aquí me funciona el Método “vale vale” del que hable en mi libro “Desdramatizar en la vida y en el trabajo”

• Si debo resolver el Conflicto de alguna manera y en ese mismo momento, porque las consecuencias de no resolverlo pueden ser catastróficas para mi, intento primero mantener la Calma para luego intentar “dar la vuelta a la situacion” haciendo Preguntas Poderosas del tipo: “¿Por qué piensas así? ¿Puedes ser mas especifico para que pueda entender nuestro desacuerdo? ¿Crees que podemos solucionar este conflicto de alguna manera para bien de los dos? ¿Cómo podemos llegar a un punto de encuentro?”

• Cuando veo que no hay una solución a corto plazo sobre la critica o el conflicto, invito a que las palabras queden allí y que los “Hechos hablen mas adelante”. Por ejemplo, si alguien insiste en mi falta de profesionalidad en un asunto, y nos enquistamos en descalificaciones (yo no suelo ir a lo personal nunca) le invito a que reflexione sobre mis futuros actos a corto plazo para que analice mi responsabilidad profesional.

• Una de las cosas que mejor me funciona es ignorar las palabras necias, y sobre todo tomármelas con sentido del humor. Si alguien me dice: “No tienes ni p…idea” MI respuesta mas habitual es: “Es probable que no la tenga, me caí de pequeño y me di en la cabeza y mi madre no me llevo al hospital” ¡¡¡Les dejo descolocados!!! También me funciona la frase que acaba con todo: “Esta conversación acaba aquí mismo, ya la retomaremos en otro momento cuando estemos más calmados”

Sobre todo, y ante todo, convéncete de algo importante: No le gustas a todo el mundo. Si asumes y asimilas interiormente esa gran Verdad es cuando empezaras a descubrir que las Criticas y el Conflicto forman parte de ese axioma y de la Vida.