Aquello que no Aceptamos no lo Interiorizamos

Cuando hice la primera comunión, con 8 años, me toco pasar por uno de los episodios que más vergüenza y humillación nos causaba en esa edad: Tener que leer en el dia de la Celebración delante de todo el mundo.

Iglesia hasta arriba de gente (al menos eso me parecía), y los ensayos anteriores fueron un desastre. En mi caso tenía que pedir por nuestro Párroco, pero como no tenia interiorizada el significado de esa palabra yo lo pronunciaba PaRRÓco (con acento en RRÓ) por lo que no sonaba de la misma manera que como debía decirse: Párroco (con acento en Pá).

Muchos intentos y ensayos baldíos, ya que los nervios, tensión y preocupación de equivocarme hacian que lo pronunciara mal todas las veces. No se me ocurrió preguntar que significa Párroco, y tampoco cayeron en explicármelo, así que no sé porque debía pedir por ese señor, que finalmente descubrí, mucho más tarde después de la comunión,  que era el mismo que el cura que me iba a dar la comunión ¡¡¡Pues haberlo dicho hombre!!!

El dia de autos finalmente lo pronuncie… correctamente. No era porque había asimilado el concepto de Párroco, ya que no se molestaron en contármelo, sino por un acto repetitivo acompañado del refrán “la letra con sangre entra” que en los años 70 era lamentablemente literal.

Las enseñanzas que me lleve fueron varias:

• De niños existen múltiples oportunidades de avergonzarnos y humillarnos para pasarlo mal
• Lo que no acepto es difícil que pueda llegar a interiorizar

Es decir, aquellas ideas que no aceptamos, no las interiorizamos, y las obviamos o desechamos. Así de sencillo.

En mis cursos de formación ¿cuántas ideas se aceptan por parte de los alumnos?.

Siempre insisto en el concepto de Aceptación para que puedan estar atentos a aquellas ideas que creen pueden llegar a Interiorizar para sus vidas profesionales o personales.

Por eso suelo hablarles de la Razón y la Verdad.

La Razón es subjetiva y depende de los Valores, Creencias y Convecimientos que tenemos acerca de lo que es la Vida y como gestionarla.

La Verdad es única e irrefutable. No tiene discusión. Es lo que es.

Debatir sobre quien lleva Razón es estéril. Ya que cada uno podemos tener nuestra Razón, según el punto de vista que tenemos sobre el asunto. Y existen tantos puntos de vista como millones de personas hay en la Tierra.

Interiorizar un Concepto o Idea depende mucho mas del que la recibe que del que la transmite.

Por eso en mis Cursos / Ponencias sigo las siguientes reglas para que las puedan aceptar:

• Convencer en lugar de vencer

• Persuadir en lugar de interesar

• Sugerir en Lugar de imponer

Se trata de introducir cierto Interés en la Idea/Concepto para que la persona que la escucha se plantee que puede aceptarla para después interiorizarla.

Voy a poner un ejemplo.

Cuando digo en mis cursos que la Queja nos debilita y nos hace estar en una espiral negativa que posibilita que tengamos pensamientos negativos y eso nos hace entrar en un bucle del que es difícil salir por voluntad propia. Algunas personas dirán “Vaya chorrada”. Otras dirán”¡¡¡que narices!!! Yo tengo el derecho a quejarme” Y algunas otras pensaran: “quizás tenga razón y quejarme mucho me perjudica a mí mismo”.

Se trataría de dejar de quejarse como habito nocivo y toxico.

El caso es que si yo planteo un Reto, como es La Semana Sin quejas, donde voluntariamente los que quieran hacerlo deben estar una semana sin quejarse. Y si se quejan deben depositar una moneda en un bote o recipiente. Al final de la semana descubrirán si se quejan mucho (han puesto muchas monedas) o han logrado quejarse menos (pocas monedas o ninguna, aunque casi nadie logra ninguna). Esto les hace Descubrir que pueden bajar su numero de quejas.

Se trata de Descubrir para Aceptar. Y Aceptar para Interiorizar.

¿Crees lo que te digo?

Depende de ti si lo Aceptas para luego interiorizarlo