Por favor respondeme, lo que sea, pero hazlo

La incertidumbre es uno de los factores que mayor ansiedad genera en el Ser Humano. No saber a qué atenerse o que es lo que va a acontecer supone un estado de dudas en torno a cualquier situación.
Durante mi trayectoria profesional he podido ser testigo como la ausencia de respuesta, positiva o negativa, genera tal stress en la persona que espera esa respuesta que puede a desencadenar otro tipo de acontecimientos como puede ser:

• Decidir algo diferente por falta de respuesta
• Tomar otro camino al no tener el estímulo deseado de que va a pasar
• Generar rencor o malestar con la persona que no nos responde
• Frustración y desesperación ante la situación de ausencia de respuesta.

Pongamos algunos ejemplos prácticos en el ámbito laboral:

• Cuando un candidat@ no recibe respuestas a su candidatura: La situación que genera más ansiedad de las que conozco. La persona espera una respuesta en un plazo razonable. Cuando además existe un compromiso de respuesta por parte de la persona que lo ha entrevistado, esto genera unas expectativas que pueden dirigirse a inquietud y posterior enfado si no se cumplen. Desde hace muchos años informe de manera constante del estado de su candidatura, lo que supone que, aunque sea solo para decir que no hay noticias, la ansiedad disminuye por parte de la persona, y esta lo agradece.

• Cuando un responsable tiene que anunciar medidas que afectan a los empleados: Cuando hay que comunicar algo que va a ocurrir: un ascenso, un cambio de posición, un cambio en las condiciones de trabajo, un bonus, un despido, o cualquier cambio en la organización que afecte a las personas, la ausencia de noticias genera consecuencias desastrosas. Primero se instala el rumor, luego la desgana ante la ausencia de notificación, y por ultima la desazón y posiblemente el enfado. La mejor manera de acabar con esto es comunicar algo, lo que sea, aunque sea la ausencia de noticias, de una manera transparente y directa.

• Cuando un colaborador espera alguna noticia sobre su situación: La vida de partner suele tener comunicaciones interrumpidas por espacios de tiempo. La ausencia de noticias puede ser frustrante en muchos casos. Nos encontramos en muchas ocasiones con ausencia absoluta de respuesta, ya que no se contesta ni a los correos electrónicos ni a las llamadas. Estas situaciones desesperantes terminan por el abandono de insistir por el partner, lo que genera un estado de amargura, que seguramente ira en contra de lo que ese partner puede decir de la empresa o la persona que lo ha agraviado.

El silencio genera incertidumbre, y en mi caso personal, mayor insistencia. No suelo rendirme ante la ausencia de respuesta, lo que puede catalogarme de “pesado”.  No me resisto a encontrar un Porque a toda situación que puede generar unión entre personas y que produce silencio.
La gran mayoría de las personas preferimos un SI o un NO, o un déjame en paz,  a un silencio inexplicable.

Por supuesto no devolver ninguna comunicación, mail, llamada o mensaje, lo considero una falta de respeto al interlocutor que propone una respuesta.
No puedo resistirme a contar una anécdota deliciosa de un Responsable de Compras de un gran Banco. Cuando fui a visitarle estuvimos hablando de su trayectoria profesional, y me indico que antes que Comprador había sido Vendedor. Ahora la vida profesional le había ubicado en una situación de decisión, en el mismo sector donde antes era vendedor. El recordaba perfectamente aquellas personas que le habían negado respuesta o no le habían cogido el teléfono, y utilizo la misma sistemática cuando tenía una posición privilegiada para decidir. Si esas personas echaran cuenta de las consecuencias económicas de su “ausencia de respuesta” seguramente hubieran cambiado su actitud.
Como he tenido que trabajar en otros entornos internacionales, he visto que la ausencia de respuesta es algo culturalmente arraigado en España. En otros países existe la deferencia, incluso la flema, de decir algo, aunque no sea lo que nos gustaría escuchar.
Por eso invito a la reflexión sobre la respuesta, aunque sea breve, a cualquier asunto inacabado. Responde, sea lo que sea, pero termina con la incertidumbre.
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