Vivir sin agobios

agobiadoEncontrarme con una persona que vive la vida sin sufrir la ansiedad, el stress y el agobio por conseguir unos objetivos económicos y profesionales, con una alta exigencia y con un “sufrimiento” brutal como tenemos muchos de nosotros, me hace siempre tener una reflexión profunda.
El suceso ha ocurrido el pasado fin de semana, donde he podido disfrutar junto a mi familia de unos días en la zona de la Sierra Segoviana. Ya venía con el stress y aceleración de salir de Madrid “corriendo” para poder llegar a comer. Cuando llegue a la casa rural donde me iba a hospedar observe caras relajadas y “ritmo pausado”, lo que invitaba a bajar los decibelios y la velocidad. Andaba yo con el agobio porque eran cerca de las 15:30 y no habíamos comido, que no es que a mí me haga falta eso es evidente, pero mis hijos si lo demandaban. En la casa, las personas que gestionaban el negocio me dijeron que el restaurante más cercano estaba en un pueblo a unos 8 kilómetros, pero que no me preocupase que seguro que me daban de comer, ya que en el pueblo donde me alojaba solo había 8 habitantes y ningún bar abierto. Todavía con el stress de “seguro que me cierran la cocina” salí pitando hacia el lugar y según entre por la puerta enseguida notaron que “venia de la ciudad”
–          ¿Pueden darnos de comer a mí a y mi familia?. Pregunte casi atropellándome con las palabras
–          Por supuesto. Contesto la chica que nos atendió. Sentaros al lado de la estufa que estaréis mejor
Hacia bastante frio, mis hijos estaban hambrientos, y yo y mi mujer también, porque no decirlo. El menú escrito a mano en una hoja de papel tenía tres primeros y tres segundos, por lo que la decisión fue fácil y rápida.
comida casera
La comida no tardó mucho en llegar, ya que nos veían en la cara las “prisas” y el “hambre”. Era una comida casera que estaba deliciosa. Mis hijos disfrutaron con ella y nosotros también. Cuando estábamos acabando un hombre de avanzada edad entro y saludo muy educadamente. Era la primera persona que entraba al local después de nosotros, ya que hasta entonces solo éramos mi familia, la chica que nos atendía y supuestamente un cocinero/a que no vimos.
Una vez terminados de comer se acercó el hombre de avanzada edad y nos pregunto
–          ¿Habéis comido bien?
–          A lo que respondí: Estaba todo buenísimo
–          ¿De dónde sois?
–          De Madrid  (Conteste suponiendo que mi forma de actuar ya me había delatado antes).
–          Justo de allí vengo yo ahora mismo
–          ¿Vives en Madrid? Le pregunte
–          No, ahora no. Ante si vivía. He vivido allí durante muchos años pero ahora vivo aquí
Y es entonces cuando me conto su historia a la cual atendí con gran interés. Esta persona vivió en Madrid y trabajaba como Auditor. Se levantaba a las 7 de la mañana y regresaba a su casa pasadas las 21:00. Su vida era trabajar y trabajar. Hasta que un día decidió dejarlo todo y montar el bar / restaurante donde estábamos comiendo.
auditoria
–          Algunos me dicen que estoy chalado. Que un restaurante es muy esclavo. Aquí abro el restaurante a las 11:00, cierro a las 16:00 y luego abro a las 19:30 para cerrar sobre las 23:00. ¿Quién es el chalado?. El que trabaja doce horas seguidas fuera de casa o yo, que además me turno con algunas personas para poder llevar esto
Me dijo que esta vida le permitía leer, pasear, hacer deporte y poder estar en plena naturaleza. Y además estaba a hora y media de Madrid y a una hora de Segovia, por lo que podía acceder a los servicios de la ciudad siempre que quisiera.
naturaleza
El decidió cambiar su ritmo de vida y pasarla a otro nivel. Me comento que sus prioridades habían cambiado, que ya no tenía ciertas ambiciones y que ahora puede disfrutar más de su familia y de sí mismo. Su vida es más plena y no tan exigente como antes.
No es la primera vez que escribo sobre algo parecido, ya que así lo hice hace años en con otra historia real que llame El marinero y el ejecutivo sobre dos personas que conocí hace años y como enfocaban su vida.
cambiar de vida
Ahora mis reflexiones

  • Si todos buscamos la felicidad ¿La tenemos en lo material y en las posesiones o en la calidad de los momentos que disfrutamos?
  • ¿Hasta cuando llega la ambición de conseguir bienes, posesiones u objetivos?
  • ¿Merece la pena vivir agobiados, con gran stress, preocupados, confusos y gestionando nuestra vida desde el sufrimiento?
  • ¿Cuándo decimos BASTA?. ¿Tenemos que vivir algún episodio en nuestra vida para CAMBIAR?

Admiro a todo aquel que quiere dar un rumbo en su vida de manera Valiente y con gran decisión hacia un Cambio para conseguir la Felicidad suya y la de los que le rodean.
Tenemos cerca de nosotros estas historias de personas que dan un cambio en su vida. Es responsabilidad nuestra el ver que podemos llevar a cabo desde nuestra cuota de Decisión y Coraje
Y tú ¿Qué quieres hacer con tu vida?
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