Tomarse un cafe con la Adversidad


El título de este artículo se lo debo a mi buena amiga Ana Lopez-Casero, Directora General de la Fundación de la Caja Rural, persona optimista por excelencia y siempre con una sonrisa para regalar a los demás. Ella fue la que me dijo que de vez en cuando “nos tenemos que tomar un café con la adversidad” para poder afrontarla y hacerla frente como una compañera habitual en nuestro devenir por la vida.

Es por ello que para superar el fracaso debemos convivir un ratito con él, pero son un ratito, sin recrearnos en el sufrimiento, que en algunas personas parece más un gozo que un dolor, ya que se regodean ante los fracasos encantados con su papel de “victima”.
Se trata de gestionar un revés como algo habitual en nuestra vida, y tener la capacidad de aprender de ese fracaso. Esa resistencia ante la adversidad y la frustración, que denominamos Resiliencia o capacidad de adaptarnos a la situación cambiante que nos muestran los contratiempos.

Mirar nuestros infortunios cara a cara, nos obligan a aprender para fortalecernos. Cualquier tropiezo que tenemos tanto en la vida personal como la profesional nos hace más poderosos y más sabios frente a nuevas contrariedades.
Los reveses que tenemos, cuando no son planeados, cuando nos pillan de improviso, hacen que nos cause sorpresa o sinsabor, que nos pueda permitir reflexionar. Cualquier desgracia que nos acontece sin verla venir nos pilla desprevenidos y desentrenados, por eso el aprendizaje es vital para que la próxima vez estemos preparados para afrontarla.

Ese café con la Calamidad es necesario. Esa observación de los acontecimientos, del devenir de la desventura, de cómo se ha desarrollado, eso es lo que nos permite CRECER.
Eso sí, sin recrearnos, sin darle vueltas constantemente, sin culpabilizarnos. Por eso recomiendo “tomarse un café”, que es lo que dura una reflexión tranquila para sacar un aprendizaje.

Si algo podemos aprender de muchas personas que han superado desgracias es que no se han rendido, y han mantenido la constancia y firmeza para poder seguir adelante.
Sin duda recomiendo la historia de mi buen amigo Moises Alvarez, que fue jugador de futbol profesional y titular en varios equipos de elite y que una desgracia le obligo a reinventarse y aceptarse. Sin duda para no perderse esta emotiva conferencia, que además nos enseña aprendizajes vitales para nuestra existencia como seres humanos. Enhorabuena «MOI» eres un ejemplo para todos

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