Sufrir en Silencio

¿Has experimentado la situación de guardarte algo para ti por no hacer sufrir a los que más te quieren?. Es ese secreto que guardamos para no hacer daños a personas que verdaderamente nos importan.
Esto es lo que estoy viendo actualmente en diferentes situaciones, y sobre todo en las de desvinculación de contrato laboral, lo que más comúnmente llamamos un despido. He observado como la persona despedida hace una historia paralela para no herir a la pareja, los padres, hermanos, amigos, o en muchas ocasiones por vergüenza o sentimiento de culpa.
Este sufrimiento en silencio es una tortura similar a la gota de agua que cae repetidamente en la cabeza hasta que taladra el cerebro. Cae a todas horas y no nos permite pensar con claridad, por lo que nuestra ansiedad se multiplica con el paso del tiempo. Cuando he visto a esas personas afrontar la situación y poder decir que han sido despedidos, es como si les quitaran una losa de 10000 Kilos de la espalda.
Ese tormento de “guardarnos” para nosotros las cosas, y no compartirlas con los que nos quieren o pueden ayudar, es una de las enfermedades más extendidas en la sociedad. Frases como “esto me lo como yo solo” es el principio de graves problemas que pueden derivar en enfermedades físicas o psíquicas.
No solo en el ámbito laboral, también en otras situaciones como divorcios, conflictos, disputas, peleas,….existe una “vergüenza” por la situación que se pasa que  concluye en que “los demás no deben saber cómo me siento o por lo que estoy pasando”. El moobing, tanto laboral o escolar, es una de esas circunstancias a erradicar y que generar mayor sufrimiento en silencio.

Pero también os invito a una reflexión ¿Cómo actuaríamos nosotros ante esa misma situación?. Es fácil hablar desde la tribuna y no desde la experiencia. Como fiel seguidor de Carnegie, en su libro Como ganar amigos e influir sobre las personas, que ya he mencionado en alguna ocasión, en su primer capítulo hace una reflexión sobre el comportamiento de las personas: “Nosotros actuaríamos igual que esa persona en sus mismas circunstancias y con su misma experiencia”. Juzgar sin estar involucrado es lo sencillo, y también lo injusto.
A veces comprobamos como mujeres víctimas de violencia de genero no denuncian a sus maridos, y nos preguntamos porque no se atreven a dar el paso. Si pudiéramos ponernos por un solo instante en su situación y vivir su angustia quizás comprenderíamos lo difícil que es.

Esto me invita a soltar una cosa de la cual estoy convencido y forma parte de mis valores: Debemos solicitar ayuda. Nadie somos superhéroes ni podemos con todo. Si estamos sufriendo por algo debemos hablar con alguien, arrojarlo y soltarlo al exterior y solicitar ayuda. El “yo puedo con todo” ha supuesto muchas catástrofes en la historia de la humanidad
En mi vida diaria suelo compartir mis experiencias y emociones constantmente. No suelo tener muchos secretos, y suelo compartir mi vida, aunque esto pueda suponer que soy juzgado por los demás. Gracias a eso no he tenido que sufrir mucho por algo que no podía decir o que debía callar. Creo mi corazón me lo agradecerá.
Y tú ¿sufres en silencio? ¿Tienes algo que no quieres decir por vergüenza?.
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