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Reverse Mentoring
He de reconocer que la primera vez que escuche el concepto Reverse Mentoring ha sido hace poco. Concretamente en la presentación del Observatorio de Talento Senior, cuyo colectivo estoy plenamente sensibilizado y orientado a ayudarlo, tal y como exprese en artículos anteriores:
Según pude entender, el Reverse Mentoring propone un Mentor más joven que el mentorizado para apoyarle en el aprendizaje de conocimientos que la persona con más edad no tiene adquiridos. Un ejemplo claro era el uso de las nuevas tecnologías y las redes sociales. Se trata de que alguien Experto en estos asuntos pueda ayudar a una persona que no ha tenido los hábitos y la practica necesaria para tener unas habilidades desarrolladas en este campo.
Entonces se me vino a la memoria una experiencia de hace bastantes años (es que yo soy Senior) con algo parecido. El responsable de Recursos Humanos de una gran compañía (hoy líder en su sector indiscutible) me dijo que necesitaba un formador para el Paquete Office para el CEO de la compañía. No necesitaba cualquier formador, sino alguien sensible con un área de mejora de un alto cargo de la compañía, que uniera paciencia, discreción y sentido didáctico lo más practico posible. Hablamos de hace más de 12 años, en el primer caso de Reverse mentoring que presenciaba en mi carrera, sin yo saber lo que era.
Esta anécdota me sirvió para una reflexión que compartí con un compañero Directivo de Recursos Humanos: ¿Es el reverse mentoring aceptado por la persona de más edad? Desde luego que si la persona solicita esa ayuda, acepta a su mentor y le respeta desde una persona con mayores conocimientos en esa materia, y nadie le obliga a ser mentorizado, tiene más posibilidades que si el tema es “por narices”, el mentor no tiene la sensibilidad suficiente con ese gap de edad y experiencia, y el respeto se pierde entre ambos con pensamientos tóxicos como:
- “A ver que me va a enseñar a mi este niñato/a listillo/a, si tengo el culo pelado”
- “A ver cómo se comporta este viejo, que me va a costar un gran esfuerzo que entienda algo de lo que le digo”
Es por eso que hay que tener cuidado con el Reverse Mentoring, ya que se nos puede ir de las manos y generar un problema y un conflicto que no deseamos. La sensibilidad y acercamiento con las dos personas involucradas es clave en este asunto. El sentido de humillación que puede tener una persona de más edad, con respecto a alguien más joven que viene a “enseñarle” puede ser catastrófico para esa persona y su motivación y compromiso con la causa.
Mi buen amigo dio con una posible clave para solucionar este posible dilema. ¿Por qué no hacer Reverse Mentoring bilateral?. Es decir, ambos son mentores y mentor izados a la vez. En una relación de igualdad, donde ambos adquieren el rol de alumno y maestro, la aceptación de todo aquello que proviene del uno y del otro puede ser mayor. El mentor más joven recibe la experiencia del mentor mayor y este a la vez los conocimientos de este. Las desigualdades jerárquicas se difuminan, el respeto se mantiene, y ambos ganan en la relación.
Además, no solo los mentores jóvenes tienen porque hablar de tecnología. ¿Qué tal de hábitos de consumo en su franja de edad? ¿O de comportamientos sociales? ¿O de forma de ver la vida respecto a otras personas? ¿O de intereses laborales?.
De un mentor se aprovecha los conocimientos y las experiencias, y ambas son totalmente válidas. El mentor joven tiene menor número de experiencias vitales, por cuestión de edad, pero las que posee en su ámbito de expertis, pueden ser tan potentes, que le habilitan para poder ser un gran mentor.
La elección del mentor también requiere cierto compromiso y responsabilidad de este, no puede estar basada únicamente en lo que sabe o ha vivido. El mentor tiene que ser un referente en el área concreta donde va a prestar ayuda. Su forma de expresarse, el acercamiento hacia el mentorizado, el análisis de la situación y su sensibilidad hacia la enseñanza empática (ponerse en el lugar del que está recibiendo los conocimientos y comprenderle) , tienen que ser analizadas antes de dar a una persona el rol de Mentor.
Y tú ¿te atreves con el Reverse Mentoring?
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