Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
¿Permites faltas de respeto en el trabajo?
Considero muy alarmante el cambio de comportamiento que se produce en algunas personas que permiten ser maltratadas y humilladas por otras personas, en algunas ocasiones sus responsables directo, cuando posiblemente en su vida personal no lo permitirían.
Esto me invita a una reflexión ¿Por qué se permiten las faltas de respeto en el trabajo, cosa que no se haría en la vida diaria fuera de ese entorno? ¿Permitirías que te dijeran cosas graves y fuera de tono en la calle? ¿Tenemos dos varas de medir comportamientos ante jefes intolerantes y abusivos?
En un artículo anterior ya profundizaba sobre esta cuestión
El Respeto debe ser una máxima inquebrantable dentro de las organizaciones. Es por ello que invito a que en el Código Ético de las organizaciones incluyan como falta muy grave cualquier falta de respeto hacia otra persona. Incluso la sanción podría ser el despido disciplinario por parte de quien se atrevan a incumplir las normas de educación y de consideración con las personas que nos rodean.
Esto debería ser incuestionable para los Managers o Responsables de Equipos. Es intolerable que el Miedo inunde nuestras organizaciones y que eso permita la falta de respeto y el abuso. Se trata de vivir en Coherencia, como bien dice mi buen amigo Fernando Botella. Coherencia con lo que piensas, lo que dices, y lo que haces. Vivir en Coherencia significa no tolerar el abuso o no ser intolerante con los demás. Si no vivimos en Coherencia podemos caer enfermos con muchas posibilidades.
Voy más allá: ¿Has presenciado alguna vez una falta de respeto a alguien en el entorno laboral?. Si es así la reflexión es que debemos hacer ante esos actos. El silencio nos hace cómplices, y nuestra “aceptación” de esos actos reflejaran en nuestro comportamiento que son algo normal, por lo que si alguna vez los sufrimos los aceptaremos con resignación. Es momento de decir Basta a los comportamientos infames y maleducados. Ese tipo de personas deben desaparecer de nuestras organizaciones, o al menos advertirles de que sus actos no son aceptados ni forman parte de un “estilo de liderazgo”.
Podemos hablar de Exigencia pero no de Intolerancia. Se debe ser duro con los objetivos, pero no con las personas. Se debe retar a las personas, pero no humillarlas. La agresividad debe ser con los resultados, no con los seres humanos.
Es por ello que el maleducado debe ser erradicado del entorno laboral y al menos deber ser reprendido para que no repita sus actos.
¿Te atreves a denunciarlo?
Sígueme en Twiter @AngelLargo1970
Comentarios
Escribe tu comentario
Entradas más visitadas
-
Durante gran parte de nuestro tiempo estamos quejándonos. De la economía, del gobierno, de […]
-
Tras la Reforma Laboral la Urgente reforma de la Ley de Morosidad →
Todavía se sigue hablando de la Reforma Laboral y sus posibles consecuencias, pero para […]
-
El nuevo CEO (Chief Engagement Officer) →
Algunos Manager, Directores y CEOs reciben una retribución por objetivos o Bonus por alcanzar […]
-
La sensación de Sed es una de las más agobiantes y angustiosas que pueden […]
[…] ¿Permites faltas de respeto en el trabajo? […]
Estando en un puesto de trabajo en el que estaba muy motivada, lo cual causaba recelo y animadversión en la coordinadora, no se me renovó siendo que mi producción era óptima así como mi actitud laboral con mis compañeros, a los que más de una vez tuve que defender, como un buen equipo, ante dicha persona. Resolví más de un error de la antedicha, porque para mí la excelencia en el trabajo era una cuestión fundamental.
Llegado el día de fin de contrato, todos me dieron ánimos ante su estupecfacción por no encontrar motivos objetivos. Salvo dicha persona, que se escondió, no figuradamente, no. Literalmente escondida.
Cuando me hube ido, fue mesa por mesa, compañero a compañero, aduciendo que yo había faltado al respeto a mis compañeros, que «iba de jefa», y eso no se podía tolerar. Era mentira, y mis compañetos lo sabían pero yo, ya fuera, no tenía opción a defensa y mis compañeros callaron, comprensiblemente, por no comprometer su situación laboral.
Esa crítica me consta que subió a los superiores, cerrándome las puertas para una posterior reincorporación en la empresa, dejando una mala imagen además del daño moral.
¿Qué puedo hacer?
Buen día le escribo para plantearle lo siguiente hace 2 meses fui contratado en una gerencia como analista, en la misma hay una persona que ocupo el cargo de gerente y fue sacado del cargo dejándole como analista; sin embargo, el señor tiene alto grado de frustración y baja tolerancia hacia sus compañeros descalificando a todos con sus comentarios además, comenzó a usar desagravios directos a mi persona han sido 3 meses de asombro ante la actitud de la dicha persona por la falta de respeto constante burlándose y hasta descalificandome seria tan amable de ayudarme. Gracias de Antemano.
Según lo que nos cuentas la frustración de esta persona esta relacionado con su cambio de puesto. Ante estos casos hay que ver que el problema no es nuestro, sino de la persona, que tiene una lucha interior consigo misma. Si los desagravios a tu persona te afectan, intenta que no lo hagan ya que no tiene nada que ver contigo, ni con nadie, sino con la propia persona. Poner en conocimiento de algún superior su actitud o bien intentar hablar con la persona son otras alternativas. Lo que a mi me funciona es alejarme de esa persona y no dejar que sus palabras me afecten, porque no tienen que ver con nada personal hacia mi, sino que tiene que ver con su estado emocional