Vivir perjudica seriamente la salud

 
La teoría de que las personas con sobrepeso (los que hemos llamado siempre los gorditos) son más felices que los delgados está siendo duramente atacada con los últimos estudios que demuestran que hacer ejercicio físico  libera endorfinas, lo que aumenta la sensación de bienestar, llegando algunos a afirmar que aumenta la autoconfianza y la autoestima.
Sin discutir los múltiples beneficios que el ejercicio reporta a nuestra salud, si quiero confrontar los que supuestamente dan a nuestra felicidad desde el punto de vista psicológico y emocional.
Hace poco un grupo de profesionales de Recursos Humanos con los que me suelo reunir pusieron un reto encima de la mesa para sentirnos mejor físicamente: ¡¡¡¡hacer 250 sentadillas diarias¡¡¡. Por supuesto uno que forma parte de esa tribu de los “gorditos” (pero poco eh) declino enseguida la propuesta argumentando lo siguiente:

–          Hacer ejercicio cansa mucho. Yo diría muchísimo
–          Sudas un montón, y eso significa que hueles mal
–          Quita tiempo de otras actividades posiblemente más placenteras: Leer, sexo, ir a comer, sexo, disfrutar de una buena película, el sexo…. Ya Angel pero es que con el sexo también se hace ejercicio. Bueno Depende….
–          Los beneficios del bienestar físico y de moldear el cuerpo solo los disfrutas pasado un tiempo de constancia, sacrificio y esfuerzo. Sin embargo los beneficios de las otras actividades las disfrutas en el mismo momento. Es decir vives en el AHORA como bien propone Eckar Tolle.

Como bien explica mi admirado Eduardo Jauregui ( @edjauregui1) en algunos de sus libros, existen estudios que demuestran que las personas optimistas son más “despreocupadas”, son más felices pero viven menos. Las personas que no miran por cuidarse físicamente, que cometen excesos en bebida, comida y otro tipo de sustancias, que no vigilan su estado de salud con frecuencia, son felices en el corto plazo pero viven menos. De ahí que vivir puede perjudicar seriamente la salud de las personas. En cambio las personas realistas / pesimistas viven el futuro pensando en que deben cuidarse para así no estar peor. Vigilan su salud, lo que comen, y como deben afrontar su vida para alargarla, aunque esta sea agonica o poca satisfactoria.
Mis últimos análisis de sangre han sido “malos”. Colesterol, transaminasas provocado por el alcohol, aumento importante de la lipasa, y por supuesto sobrepeso. Agradezco a todos aquellos que me dicen “debes cuidarte Angel”, y os aseguro que estoy en ese camino, pero he de reconocer que disfruto de placeres que me suponen un esfuerzo dejar: una buena comida en buena compañía, unas cervezas con los amigos, un buen vino en mejor compañía, un buen gin tonic en un ambiente agradable, disfrutar de un delicioso y jugoso aperitivo teniendo una reunión alrededor de esa degustación culinaria. Si a eso sumamos lo que me cansa hacer un deporte que no me entretenga, como correr o nadar que considero es muy aburrido, me coloca en la parte de los optimistas con peligro a perjudicar su salud.

Tener un buen sentido del humor también influye para esa “despreocupación” de pensar que “no pasa nada”, “la vida hay que tomarlo en broma” que nos caracteriza a aquellos que utilizamos el humor incluso en ocasiones que podrían parecer difíciles o trágicas.
Se trata de arriesgar en lugar de retener o asegurar. Ser pasional en las decisiones frente a reflexivo. Es vivir sin analizar que pasara mañana, que no significa locamente. No digo que es mejor o peor, ya que son dos términos absolutistas en los cuales no me gusta posicionarme, lo que invito es a pensar sobre qué postura adoptamos en la vida frente a determinadas circunstancias.
Por supuesto que intentare hacer algo de ejercicio y no hare excesos culinarios, pero siempre desde el punto de vista de poder disfrutar cada momento sin tener remordimientos ni pensar en consecuencias negativas. Eso sí Vivir puede perjudicar la salud
¿Estás de acuerdo?
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