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Orgullo de Pertenencia
¿Te sientes orgulloso de pertenecer a algún grupo, comunidad, asociación, tribu o circulo?. En el mundo del deporte, tan arraigado en nuestra sociedad, si existe un sentimiento de pertenencia hacia unos “colores”. Los fans deportivos suelen echar en cara a algunos “trabajadores” del club deportivo, como son los jugadores, que tengan un sentimiento especial hacia la camiseta que portan.
Más allá de querer verificar si ese sentimiento es verdadero o es simplemente una pose de cara a los aficionados. ¿Tenemos en nuestras organizaciones orgullo de pertenencia?
En mi experiencia con muchas empresas de todo tipo de tamaños, sectores y características he visto personas que pueden estar más o menos apegadas a un proyecto empresarial, pero muy poquitas que hagan gala de ello.
La pregunta me la hice hace unos años un coach, y os aseguro que me hizo pensar: ¿Con quién te comprometes con las personas o con los proyectos?
Si me comprometo con las personas estas me pueden fallar, pueden abandonar el proyecto, pueden cambiar de actitud, o incluso puede producirse un desapego con los objetivos.
Si me comprometo con los proyectos puedo olvidar que estos lo componen personas, que sin un compromiso por parte de un grupo de seres humanos ningún proyecto es viable, y que los objetivos los hacen buenos o malos los resultados.
Fue hace poco, viendo un reportaje del mundo del deporte, que se metió en un vestuario de un club de futbol brasileño, cuando escuche al futbolista veterano, al que en la empresa llamamos Líder, dar una charla histórica sobre lo que significaba el club, la historia de ese club, y la responsabilidad que tenían con los aficionados. El discurso terminaba con un grito de guerra: Palmeiras es grande, acompañado de un golpe en el pecho para activar la circulación sanguínea. Ese tono hacia que los “guerreros / jugadores” salieran extra motivados al “campo de batalla” que se escenificaba en un partido de fútbol.
En una de mis primeras experiencias laborales, allá por el Pleistoceno, un Jefe de Equipo de ventas, al cual yo no pertenecía, animaba a su equipo arengándoles a reaccionar ante el resto de compañeros con frases como “Vas a vender menos que fulanito”, “Acaso tu eres peor que él/ella”. Por supuesto en un tono elevado, y faltándole solo el famoso golpe en el pecho (por lo menos yo no presencie ninguno, aunque no me atrevo a decir que no los diera).
El engagement o compromiso es uno de los temas sobre los que más se escribe para gestionar equipos. Hoy invito a una reflexión sobre el orgullo de pertenecer a una empresa. Las preguntas que debemos hacernos son las siguientes:
– ¿Tenemos respeto por la historia de la empresa?.
Yo incluso iría algo mas allá, ¿conocemos la historia de la empresa?. ¿alguien se ha molestado en explicarnos como nació la empresa y de dónde viene? ¿o cuáles fueron los hitos más importantes?. En algunas ocasiones se nos olvida que una organización tiene un pasado que marca lo que es en estos momentos. Estaría bien que alguien, preferiblemente Recursos Humanos, recopile esa información para que sea explicada a todos los miembros de la organización, y especialmente a los que se incorporan nuevos
– ¿Tienen reconocimiento las personas que han logrado éxito en la compañía?.
El reconocimiento es sin duda el gran “talón de Aquiles” en las organizaciones. Si entro en una compañía donde observo que las personas han sido reconocidas, bien porque hay algún tipo de reconocimiento visible, como Empleado del año, o alguna foto recuerdo de algún acto importante, o la entrega de algún premio,…estoy convencido que ese reconocimiento puede revertir en mi persona en algún momento determinado. Si no reconocemos estamos faltando a una parte muy importante de la retribución: el salario emocional. Que es tan importante como el económico
– ¿Celebramos los éxitos conseguidos?.
La manera de sentir orgullo por algo es celebrando aquello que conseguimos. Pero ¿tiene nuestra empresa éxitos?. La respuesta correcta es constantemente. Muchos éxitos son pequeños, pero el tener una cultura de celebración de esos éxitos nos hace generar un sentimiento de pertenencia. Aunque sean solamente las efemérides, que hoy en día no es poco, se trata de instalar una forma de entender la empresa a través del Éxito y no del Reproche. Por supuesto los grandes éxitos deberían ser celebrados de manera más “estruendosa”.
– ¿Nos animamos entre nosotros en todo momento?.
Hay una “Competencia” que cualquier entendido en gestión de personas tilda como básica a la hora de enfrentar las relaciones laborales: Trabajo en equipo. Pero cuando tenemos que definir que entendemos por ese trabajo en equipo no siempre nos ponemos de acuerdo. La clave está en el Apoyo. Este apoyo no solo consiste en las tareas, sino también en los ánimos que podemos dar, sobre todo en los malos momentos, o cuando los resultados no son los esperados. El poder sentir el aliento, la comprensión y la empatía de las personas que nos rodean, nos da mayor energía y nos fortalece respecto a futuros retos. Plantear una forma de entender el trabajo, apoyando a los demás, insufla un ánimo que hace cohesionar al grupo. Eso forma parte del Trabajo en equipo
– ¿Establecemos signos que fortalecen nuestra identidad como grupo?.
En los grupos deportivos existen los llamados “gritos de guerra”. Quizá pueda parecer algo exagerado en las empresas, e incluso algunos me dirían que una americanada. Lo que es cierto es que un símbolo común, que nos identifica como grupo, y que fortalece ante los demás. ¿Por qué no atreverse a hacer un grito de guerra?. Es posible que no haga falta gritar, pero si hacer una conjura común, una especie de unión espiritual, una frase, una arenga, una forma de entender nuestro trabajo con algo que nos fomente el espíritu de esfuerzo y compañerismo. En alguna empresa se abrazan por las mañanas, alguna otra llegan a rezar juntos a primera hora, y algunos tienen una especie de saludo o señal que les identifica ¿Te parece esto una chorrada o una americanada?. Pues te aseguro que funciona.
Hoy existe un reto en todas las organizaciones, y es que la gran mayoría de las personas que trabajan para ella puedan decir “Me siento orgulloso de trabajar en esta empresa”. ¿Crees que esto es posible?
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