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Musica y empresa
Quizás es porque mi familia ha estado y está vinculada a la música, ya que mi bisabuelo fue el fundador de la primera banda de música de mi pueblo, mi sobrina está estudiando la carrera de música y tengo otra sobrina “bailaora”. La música siempre me ha acompañado a lo largo de toda mi vida, como imagino que os pasa a muchos de vosotros.
En mi carrera profesional considere un avance sin precedentes en ese momento la implantación del “Hilo Musical”. Aunque inicialmente era exclusivo de las salas de espera, sobre todo de los dentistas, que era música instrumental muy aburrida y sosa que desesperaba al que esperaba. Con el “Hilo Musical” entro la alegría en muchas empresas, incluso podías encontrarte al jefe tarareando alguna canción o los más atrevidos cantándola sin molestar mucho.
Cuando monte mi primera empresa una de las primeras decisiones que tome era poner el Hilo musical. Quería que todo aquel que viniera a mis oficinas sintiera un ratito de alegría, si fuera posible, o por lo menos se le hiciera entretenida la espera. La mayoría de las personas que nos visitan suelen ser candidatos, que vienen nerviosos a su entrevista de trabajo, y algunas veces observo como se “relajan” (o por lo menos eso parece) cuando en el Hilo Musical suena algo que les gusta. También en mis oficinas hay departamentos que eligen su propia música y con un tono medio pasan el día más llevadero y seguramente les mejora el humor y la productividad. Siempre respetando que el volumen sea al adecuado y que no molesta a otras personas, pudiéndose poner incluso de acuerdo con el tipo de música entre los compañeros.
Lejos de querer hacer publicidad de Hilo Musical, mi intención en este post es remarcar la importancia de la música en nuestras vidas y la posibilidad de hacerlo extensivo a nuestro trabajo. Las formulas aplicadas en mi empresa pueden multiplicarse con otras iniciativas que introduzcan la música, y por añadidura algo de alegría, a la jornada habitual de trabajo. Aquí van algunas propuestas.
Funciona muy bien el hacer alguna jornada de “Karaoke” con motivo de alguna celebración en la empresa (un cumpleaños, un aniversario, un evento….), si logramos que participen la mayor parte de los empleados la diversión está casi asegurada.
Suele ser habitual que algún compañer@ toque algún instrumento como hobby. Si coinciden algunos de ellos sería interesante que intentasen ensayar para tocar algo juntos al resto de los empleados en un momento determinado, al mediodía, al empezar un día, a la entrada del trabajo… Sería una buena manera de reconocer las habilidades de las personas que trabajan en la compañía y muy agradable para el resto de compañeros. Es una fuente de reconocimiento para los artistas y un premio para el día del resto de los empleados.
Es también bastante agradable incluir la música en los Eventos que realizan las empresas a lo largo del año. Uno de los Eventos que recuerdo con más cariño fue el que realizaron varias empresas unidas, para mí esto es una gran idea ya que los costes se pueden sobrellevar de mejor manera, y que se fue en el Auditorio Nacional, donde hubo una entrega de premios con sus correspondientes discursos de las empresas organizadoras, que finalizó con un concierto de una orquesta que deleito a los presentes. Fue una manera de homenajear a empleados, proveedores y clientes y en la cual me sentí participe y consiguió que mi imagen de las empresas organizadoras mejorara bastante.
Desde hace un tiempo estoy trabajando en un proyecto para introducir la música en las empresas. Sin querer desvelar mucho, ya que estoy en los orígenes de la idea, se trata de meter la música como algo cotidiano en el día a día de las empresas y también como herramienta de motivación y disfrute para mejorar la productividad. El proyecto involucra tanto al empleado como a servicios externos donde las acciones se suceden tanto para el “cliente interno” como el “cliente externo, y por lo tanto se ven involucrados tanto el Departamento de Recursos Humanos como el de Marketing / Comercial. Espero avanzar próximamente en el proyecto y poder desarrollar más esto y compartirlo con vosotros.
En la foto me podéis ver en la comunión de mi hija cantando con el grupo de música que contrate para dicho evento. Aprovechando que canto bastante bien (como este blog es mío digo lo que quiero, y además es verdad), regale a mis invitados y a mi propia hija un concierto de una sola canción que por ser popularmente conocida los invitados cantaron conmigo. Vamos que me gane al público y salí ovacionado. Este tipo de cosas me ayudan a salir de mi zona de confort y la satisfacción que sentí es plena. Como ya he dicho en anteriores post espero que salgamos de nuestra zona de confort ya que las recompensas son muy grandes. La música, por ser algo que nos acompaña constantemente, puede ser una buena herramienta para “atrevernos” ¿Te enfrentas al reto?.
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