Mitos de la Seleccion de Personal

Tras más de 15 años “atrayendo el talento” para mis empresas o para otras empresas he desarrollado unas ideas que forman parte de mis Creencias, es decir que tengo interiorizadas, y que destruyen mucho de los mitos que hay sobre los Procesos de Selección de Personal en las empresas y sobre el comportamiento en las entrevistas de trabajo.
Tengo que decir que, sin querer ser un talibán de Recursos Humanos, considero que la mayoría de los miles de artículos, reportajes, entrevistas, libros y post de cómo comportarse en una entrevista de trabajo o durante un proceso de selección no dejan de ser obviedades que no deberían ni recordarse, ya que forman parte de las normas de comportamiento social que todos tenemos claros. Estoy totalmente en contra de aquellos “compañeros” que indican que siguiendo sus recomendaciones se conseguirá el puesto de trabajo. No solo generan una falsa ilusión en las personas sino que además están haciendo un flaco favor tanto a la gente que sigue sus normas como a la empleabilidad en general, ya que uno de los pensamientos más firmes que tengo desde hace mucho tiempo es que un “candidato” debe comportarse tal y como es el normalmente, para observar si existe una adaptación o no al puesto de trabajo.
La mentira o “exageración” como recomiendan algunas de las personas “expertas”  que he podido leer, solo conduce al fracaso en el corto o medio plazo. En el corto plazo si te “pillan” en una mentira seguramente no te vuelvan a llamar de esa empresa o Consultora, por lo que tu prestigio ha quedado inútilmente dilapidado por querer Ser lo que uno no es. En el caso de que se pasara todo el proceso y pruebas de Selección y se consiguiera el puesto de trabajo bajo una variedad de competencias y habilidades que no se poseen seguramente la adaptación a dicho puesto no sea idónea o más bien sea mala, produciéndose así una desincronización entre los requisitos del puesto y la persona que lo ocupa que suele terminar, tarde o temprano, en la desvinculación laboral de la persona con la empresa y seguramente en el reproche de “tu nos dijiste que sabias/conocías/podías hacer….. y no es así”. Otra mancha en tu reputación profesional. Por eso mi consejo a los potenciales candidatos (ya que todos podemos serlo alguna vez según esta la situación en las empresas) es que sean ellos mismos para que el puesto que mejor se adapta a su perfil personal y profesional llegue sin forzarlo, y eso cimentara la futura felicidad profesional y quizás la personal por haber encontrado la actividad que mejor se adapta a mi forma de Ser.
Cada día me asombra como las Redes Sociales y las Web 2.0 nos acercan mucho más a la realidad del candidato. Internet habla sobre nosotros y no debemos obviar que esa información es accesible para el profesional que quiere cumplir con los requisitos del puesto. Entonces ¿Por qué fingir quien no soy o establecer una personalidad a medida con lo que “se cree” que busca la empresa?. Ese es otro de los mitos preocupantes por parte del candidato, la falsa creencia de “saber” lo que busca la compañía o el responsable de la posición. Os aseguro que a lo largo de mis años de recorrido profesional en Recursos Humanos me he enfrentado a muchas personas que estaban convencidos de lo que buscaba, y cometían el error de adaptarse a sus creencias. Para todas estas personas que van con una serie de prejuicios sobre lo que el puesto debe ser decirles que cada sector, cada empresa, cada reclutador, cada responsable de la posición y cada proceso de Selección con todas sus pruebas son distintos. Los requisitos para una posición, por ejemplo un Contable, pueden ser tan distintos de un sitio a otro que puede hasta influir la zona geográfica de la empresa o el histórico de esta, así como la Cultura y Valores de la Compañía. Por favor no presupongáis nada sobre el puesto: SER VOSOTROS MISMOS.
En alguna ocasión algún candidato no ha accedido al puesto que buscaba por no ser el mismo, y posteriormente algunas de esas personas han tenido la oportunidad de darse cuenta, que siendo tal y como eran hubieran accedido a la psicion. Siendo “otro” perdemos una oportunidad preciosa de encontrar lo que buscamos. Es posible que te estemos buscando a Ti ¿Por qué quieres ser otro?. Y si no te buscamos a TI ¿Por qué quieres ser ese?.
Es indudable que las necesidades económicas o situaciones personales de cada uno condicionan en alguna medida el proceso de búsqueda de empleo y hacen que algunas personas quieran “ser cualquiera” con tal de obtener empleo. Mi recomendación es que durante la época de desempleo se formen en aquellas habilidades, competencias o conocimientos que necesitan desarrollar para ampliar el abanico de posibilidades dentro de su perfil profesional.
Otro de los mitos es la respuesta a los Test Psicotécnicos. Esta herramienta es utilizada en los Procesos de Selección como apoyo para la toma de decisiones, y rara vez suele ser determinante para descartar un candidato. Dichas pruebas contienen una seria de preguntas e ítems para comprobar la veracidad y la coherencia de las respuestas. En el caso de que el candidato contestase, bajo su criterio, en función de sus creencias sobre lo que busca la empresa, seguramente dichas pruebas den un resultado erróneo, o lo que es peor un resultado distinto a la personalidad del candidato, lo que se puede traducir en que esa persona no es y no se comporta como dice. De nueva esta actitud conduce a que el candidato se identifica con un rol que no es el suyo y eso puede pasarle factura en el proceso de Selección o en el puesto de trabajo si finalmente se incorpora.
Espero haber aclarado por qué debemos comportarnos tal y como nos definimos. La sinceridad no es con el Reclutador, es con nosotros mismos.
Quiero terminar con una anécdota que me paso hace muchos años con la novia de un buen amigo que nada más licenciarse en Derecho me indico que no quería trabajar como abogada y que intentara ayudarla en la búsqueda de un trabajo que reuniese los siguientes requisitos sin que se saltase ninguno: Que le pillase muy cerca de su casa, que tuviera un buen horario, que no tuviera muchas responsabilidades y que tuviera un buen salario. Espontáneamente le conteste (ciertamente con un toque de ironía): “¡¡¡Ya lo tengo¡¡¡¡, el puesto que mejor se adapta a tus requisitos es el Portero de tu finca¡¡¡”. Indudablemente detecto mi tono de sorna en la respuesta y declino seguir la conversación viendo que esta no era de mi agrado, ni tampoco su persona. La actitud y predisposición es otro activo en un proceso de Selección y seguramente muchos Reclutadores, entre los cuales me encuentro, podemos obviar la carencia de algunos requisitos del puesto que se suplen con Ilusión y Motivación.

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