Miedo al Cambio

En ocasiones nos sentimos bloqueados, inmovilizados, helados, sin capacidad de reacción, y nos sentimos vulnerables ante cierto tipo de situaciones que no son las que tenemos previstas. Aunque nos cueste reconocerlos sentimos Miedo.
En la prehistoria, donde los humanos no eran la especie predominante, los animales depredadores amenazaban en cualquier situación y eso desarrollo el sentido de la alerta en el ser humano. Cuando alguien tenía que enfrentarse a una situación de peligro al cruzarse con un depredador se sentía el Miedo, y eso hacia reaccionar de 3 maneras básicas: La primera pelear, enfrentarse al peligro de frente con la convicción de poder salir victorioso en el envite. La segunda era huir, ante la convicción de que el peligro no se le podía hacer frente se tomaba la decisión de escapar lo más rápido posible de esa situación de peligro. Pero el miedo que elimino más seres humanos era el Bloqueante, que congelaba a la persona y la inmovilizaba de tal manera que no podía mover ni un solo musculo y quedaba a merced del depredador siendo una presa fácil.
Esos Miedos de nuestros orígenes han quedado impregnados en nuestra genética y han pasado hasta nuestra generación. Hoy en día no existen depredadores que nos amenacen, o al menos en la sociedad moderna no tenemos que enfrentarnos con ellos cara a cara, pero si existen otros miedos inherentes a nuestra forma de vida, como pueden ser al Conflicto, el Miedo al Fracaso, el Miedo al que dirán, a perder el trabajo, a no poder pagar la hipoteca…. Son Miedos con los que convivimos a diario y que muchos de ellos nos producen Stress, que es la consecuencia del agarrotamiento por el Miedo continuo, o como dice un familiar mío “Tener la lavadora puesta todo el día”, que no es ni más ni menos que dar vueltas a una misma cosa constantemente, con un pensam8iento que puede llegar a agobiarnos e inclusive conducirnos a la enfermedad. Es decir ya somos presas de nuestra propia fiera, nosotros mismos.
El miedo más bloqueante que conozco es el Miedo al Cambio. Es tan inmovilizador que conduce muchas veces a no hacer nada, por lo que nada se soluciona, todo sigue igual y seguimos sintiendo miedo, agobio y stress. Cuando el Cambio es obligado, como por ejemplo si nos despiden ya no tenemos miedo a perder el trabajo, aunque si sobrevienen otros miedos como pueden ser el cómo pagar la hipoteca o el colegio de los hijos, no queda más remedio que combatirlo con Acción, nos guste o no. Debemos hacer algo para revertir la situación, y aun así corremos el peligro de bloquearnos si no emprendemos Acción. Pero el Miedo a tomar decisiones que supongan un cambio es el que más atormenta a las personas. No se deciden a cambiar porque consideran que pierden algo que no están dispuestos a perder. En este caso la frase que propongo es la que procede en este caso en su justa medida: “Elegir es Renunciar”. Cuando escogemos nuestra pareja estamos “renunciando” a otras potenciales parejas, pasa lo mismo con el trabajo o cualquier tipo de decisión que tomamos en nuestras vidas. Por lo tanto debemos abandonar la idea de que podemos quedarnos con lo que nos hace sentirnos seguros y podemos “arriesgarnos” con cosas que no tienen consecuencias.
En este dinámica he encontrado un video en Internet que recomiendo. Se trata de un orador Mejicano que invita a sus oyentes a reflexionar sobre el cambio con una historia de cambio obligado que denomina “Tirar la Vaca”. Os dejo el enlace para que juzguéis al respecto: http://youtu.be/GP6MJl0iyVk
También he encontrado hace poco un blog de una persona que empieza en esto de escribir sus pensamientos y sentimientos. Mi compañera bloguera habla de algunas decisiones de cambio que no salieron como ella esperaba, pero acepta el reto del cambio nuevamente. Para ella todo mi ánimo y aliento ante la toma de decisiones con la que nos enfrentamos diariamente. Os dejo el enlace de su blog que recomiendo leáis: http://itisverydificil.blogspot.com/
Por supuesto que sentimos miedo al Cambio, pero si ese Miedo es bloqueante seguramente seremos devorados por nuestras dudas e incertidumbres y seremos presa de los acontecimientos sin que podamos dominarlos. No hacer nada nos convierte en presas para los depredadores. Enfrentémonos al miedo,  aunque nos acompañe a nuestro lado, ya que eso nos dará la adrenalina suficiente para enfrentarnos a las situaciones. Intentemos hacer cara al Depredador con una sola idea en mente: Quiero cambiar mi vida. Muchos lo han hecho ¿Te atreves?
 

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