La Credibilidad profesional

Cuando se valora porque una persona tiene éxito laboral, una de las variables a tener más en cuenta es la Credibilidad profesional.
Esta se alcanza cuando con tus acciones demuestras buen hacer, y luego repites esto mismo, consolidando todo lo que has realizado de manera continua y constante. A partir de ahí generas un crédito que repercute en tu prestigio y profesionalidad, que permite cometer errores, ya que consolidas más buenas acciones que fallos. Entonces te vuelves en fiable y confiable.

Es cuando te vuelves en un Ejemplo y haces que tus actos hablen de ti. Cuando eso ocurre las personas te otorgan un valor, que alcanza los círculos profesionales y que generan méritos. Esto repercute en tu carrera profesional y también en la posibilidad de permitir que te equivoques sin manchar tu reputación. Insisto mucho en esta faceta ya que el profesional creíble se le permite el poder errar en alguna ocasión, ya que ha demostrado que lo hace sin “mala fe” y buscando lo mejor profesionalmente para los demás.
¿En qué valores se apoya la credibilidad profesional?

  • Estas en todo momento disponible para los demás. No fallas, eres un valor seguro para el que quiere contar contigo. Bien sea un cliente, un compañer@ o tu responsable directo, siempre respondes, incluso en los momentos mas complicados

  • Das sin pedir nada a cambio. Eres generoso en tu esfuerzo. Se trata de ofrecerte sin esperar una recompensa, y estando satisfecho con el trabajo bien No solo ofreces ayuda si te lo piden, sino que te ofreces para ayudarte cuando ves que alguien lo necesita

  • Eres solvente. Tienes conocimientos y lo denuestas. Sabes de lo que hablas. Además te informas para dar tu opinión profesional y también te reciclas para estar actualizado. Estas constantemente formándote en tu materia para poder aportar el mayor valor posible. Tienes confianza en ti mismo porque estás preparado.

  • Escuchas a los demás. Ejerces la escucha activa. Además eres empático y te pones en el lugar del otro. Dejas que los demás se expresen. No estas cerrado a cambiar de opinión si el argumento de la otra persona te convence. Expones tus razones profesionales dejando espacio para la conversación entre las personas. Generas espacios de debate en los que participas y fomentas. Te gusta conversar para poder alcanzar los objetivos.

  • Eres buena gente. Todo lo que haces tiene el objetivo de no hacer daño a nadie. No persigues el objetivo personal únicamente (que es licito) sino el objetivo grupal y beneficiar a cuantas más personas mejor. Piensas en los beneficios que tendrás tus acciones para otros. Buscas un objetivo mayor que tus logros profesionales. Buscas significancia y sentido en lo que haces, para poder aportar algo a las personas y a la sociedad. Eres humilde pero también consciente de lo que aportas, sin ser vanidoso. Si te equivocas lo reconoces, y no defiendes tu error a toda costa. El error forma parte de la vida de las personas y hay que convivir con este y no esconderlo.

 
Todo ello hace que una persona sea Ejemplo para los demás, y sobre eso edifica su credibilidad profesional durante toda su vida laboral, salvo errores o catástrofes con giros inesperados.
Llevo trabajando más de 20 años en Consultoría y aun me pregunto porque algunas personas siguen confiando en mí. Quizás tiene que ver con la credibilidad profesional, o al menos eso quiero creer.
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