Historia de una adopcion: La idoneidad

En la historia de toda adopción hay un paso necesario que nadie se puede saltar y que es otra “prueba” más a vencer en esta carrera de obstáculos que es un proceso de Adopción.
Voy a mojarme en este asunto. Para mí el certificado de Idoneidad es algo necesario y prudente. El dar una responsabilidad de educar a un menor no puede ser tomado a la ligera. Los criterios que se siguen tienen mucho que ver en cómo van a aceptar esta responsabilidad los futuros padres. No concibo una adopción sin este necesario paso.
En nuestro caso esta experiencia fue totalmente positiva para mi mujer y para mí. Formo parte de ese “disfrutar del camino” que nos habíamos propuesto en este “largo embarazo” que significa adoptar.
Y eso que empezamos mal, ya que alimentamos prejuicios informándonos con amigos que habían pasado por este paso de la Idoneidad. Todos los mitos fueron alimentados, que si registran los armarios y sacan la ropa de los cajones, que si te hacen sentir mal para que renuncies a la adopción, que si te faltan el respeto para ponerte al límite…… Nada de nada. En nuestro caso no solo no ocurrió eso sino que los grandes profesionales que fueron la Trabajadora Social y el Psicólogo nos desmitificaron el proceso desde el principio.
Su trabajo con nosotros fue totalmente profesional. A veces nos asusta y da miedo ser evaluados, y en este caso ¡¡¡¡estábamos siendo evaluados¡¡¡. Pues claro. Como no van a evaluarnos. Se trata de un ejercicio de “striptease emocional y personal” que ahonda en cómo eres tu como persona y como es tu comportamiento en pareja. En el caso de mi mujer y mío nos unió, y salieron cosas muy bonitas durante el proceso. Llegamos a decirnos cosas que sentíamos y que no solemos decirnos, por ese maldito día a día que nos tiene tan ocupados.

Nos evaluaron como personas, como pareja,… y como padres, ya que somos padre de una niña que hoy tiene 10 años (en aquel entonces tenía 8 años).
La experiencia fue estupenda. El psicólogo alargo las sesiones porque, según sus palabras: “me gusta estar seguro antes de tomar una decisión”. Y me parece bien. Es una responsabilidad grande el decir que alguien está preparado para algo, a lo que luego no se puede renunciar o cambiar. Ser padre es algo que te marca para toda la vida, por lo que entiendo que estas personas deben tener una carga moral y personal importante.
Cuando nos entregaron el informe final, ya más relajados, nos dieron su conformidad y también nos aclararon que para dar la negativa al certificado de idoneidad tienen que ver cosas muy claras y patrones de comportamiento que puedan poner en peligro al menor. Esto no es muy frecuente. También observaban que había parejas que no estaban muy seguros de ser padres adoptivos, y que su misión era aclararles cual es la responsabilidad a la que se estaban enfrentando.
Una reflexión interesante es cuando una parte de la pareja cede ante los deseos del otro, por lo que nos cuestionaron con un asunto, sobre el cual personalmente no había pensado ¿Qué pasa sin la persona que desea la adopción fallece una vez que el menor esta con ellos? ¿Cómo afronta la persona que sobrevive a esta tragedia la educación de un menor al cual no estaba convencido de tener?. Estas son algunas de las cuestiones a la que debe enfrentarse una persona antes de afrontar un proceso de adopción.
En nuestro caso este periodo que duro unas 6 semanas de reuniones con los profesionales nos sirvió para reafirmar nuestra decisión y unirnos aún más como pareja y familia. Fue una etapa deliciosa y que recordare con gran cariño.
Ah y no me abrieron ningún cajón ni armario, ni por supuesto me faltaron al respeto. Envié un mail de agradecimiento a los profesionales y otro a sus Colegios para felicitarles por su labor, que es bastante difícil pero que tiene sus recompensas personales. Mi compromiso con ellos es llevarle a mi hijo cuando por fin este con nosotros
 
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