El Dominio de uno mismo

Lo contrario a Miedo no es valentía, es Seguridad, y en su grado máximo Certeza.
El Ser Humano no persigue la Felicidad, persigue la SEGURIDAD. Preferimos un entorno estable seguro y controlable, que algo que suponga incertidumbre. De ahí se acuñó el maldito refrán: «Más vale lo malo conocido…..» Si los pensamos bien la mayoría de los refranes suponen una restricción o una limitación a las ideas o pensamientos libres de convencionalismos.

Por eso el Ser Humano quiere dominarse a uno mismo para gestionar el miedo y la frustración.
El no cumplimiento de las Expectativas que nos hacemos tiene como resultado la Frustración. Las expectativas que nos autoimponemos en la vida suelen ser elevadas. Aspiramos al máximo bienestar posible, a lo mejor, al estado más placentero. Cuando no las alcanzamos, bien porque nos rendimos, bien porque nos damos cuenta que no son posibles, pasamos por una etapa de Frustración

¿Solución?¿ Bajar las expectativas? Puede ser, aunque con el tiempo dejaríamos de soñar. Las expectativas pueden ser Revisadas en función de las circunstancias ¿Cómo superar entonces la Frustración?. Permitiendo que se quede el menor tiempo posible con nosotros. Es decir DESDRAMATIZANDO. Si asumimos la situación, buscamos nuevos retos y sabemos reirnos de lo pasado, anclando el valioso aprendizaje, la Frustración nos abandonará más pronto que a los demás. Se llama pasar página y aprender de la experiencia
¿Qué pasa cuando el dolor es tan grande que cuesta deshacerse de él? Es cuando el dominio sobre nosotros mismos entra en juego

Nos molestamos con los demás por cosas que no son las más importantes:

• Si no nos llaman en momentos que consideramos especiales
• Si no acuden a nuestros llamamiento o eventos
• Si no acuden a actos sociales “incuestionables” de asistencia semiobligatoria: Un entierro de un familiar, una boda o celebración social……
• Si no nos responden de inmediato
• Si no responden un wasap

Lo queremos todo a NUESTRA  MANERA y además se forma INMEDIATA
¿Es nuestra necesidad importante de verdad? ¿Valoramos a los demás por lo que pueden ofrecernos en lugar de por lo que SON?¿ Estamos atados a convencionalismos que nos obligan a nosotros mismos y a los demás a hacer cosas que no queremos, dándoles un valor superlativo en nuestras relaciones con los demás?

En un mundo de convencionalismos y rituales, el no seguir las pautas está castigado socialmente. Si no felicitamos a alguien por su cumpleaños parece que no nos importa esa persona. Si no acudimos a un acto social que hemos sido invitados somos criticados. Por eso el ser humano, en su inmensa Sabiduría, inventó las EXCUSAS, que nos liberan de la carga emocional, aunque no dejen de ser Mentiras por falta de valentía de decir la Verdad. La excusitis es la enfermedad de la sociedad moderna. Nos consideramos avanzados porque decimos algo que no es cierto para liberarnos de algo que no nos apetece. Sin embargo no decimos a las personas que las queremos o que sentimos algo especial por ellas, que eso si es importante. Qué paradoja social tiene la convivencia en sociedad. No tocarse y no decir te quiero, pero si llamar a alguien por su cumpleaños.
Tener dominio sobre nuestros pensamientos, sobre nuestros problemas, sobre nosotros mismos, nos eleva a un grado superior para poder afrontar las adversidades y los sinsentidos de la vida.