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Ataraxia: El estado de ausencia de preocupaciones
Vivir en Ataraxia es gestionar el estado de preocupación, estrés y desanimo de manera que podamos afrontarlo

¿Te imaginas vivir en Ataraxia?
Ehhhhhhhhhhhh. ¡¡¡Eso que c…narices es!!!
La ataraxia es un estado de serenidad y tranquilidad del alma, caracterizado por la ausencia de perturbaciones y preocupaciones. Es un concepto filosófico clave en varias corrientes del pensamiento antiguo, especialmente en el estoicismo, el epicureísmo y el escepticismo pirrónico.
Principales pensadores que promovieron la ataraxia:

- Epicuro (341-270 a.C.)
- Fundador del epicureísmo, consideraba la ataraxia como el estado ideal para alcanzar la felicidad. Para él, el placer no consistía en la búsqueda de excesos, sino en la eliminación del dolor y el miedo, logrando así una vida simple y en armonía con la naturaleza.

- Pirron de Elis (c. 360-270 a.C.)
- Fundador del escepticismo pirrónico, sostenía que para alcanzar la ataraxia era necesario suspender el juicio (epoché) sobre todas las cosas, ya que la certeza absoluta es inalcanzable. Al no juzgar, se evitaban conflictos internos y se lograba la tranquilidad del alma.

- Sexto Empírico (siglo II d.C.)
- Filósofo escéptico que sistematizó el pensamiento pirrónico y reforzó la idea de que la ataraxia se logra dejando de lado las opiniones dogmáticas y aceptando la incertidumbre.

- Zenón de Citio (c. 334-262 a.C.)
- Fundador del estoicismo, enseñaba que la ataraxia se obtenía a través de la aceptación racional del destino y el control de las emociones. Los estoicos consideraban que la tranquilidad surge de vivir en conformidad con la naturaleza y la razón, sin dejarse afectar por lo que no depende de uno mismo.

- Marco Aurelio (121-180 d.C.)
- Emperador romano y filósofo estoico, practicaba la ataraxia a través del autodominio y la aceptación del curso natural de la vida, como reflejan sus Meditaciones.
Diferencias entre las corrientes filosóficas sobre la ataraxia:
- Epicureísmo: Se alcanza evitando el dolor y los deseos innecesarios.
- Escepticismo pirrónico: Se logra suspendiendo el juicio y aceptando la incertidumbre.
- Estoicismo: Se obtiene dominando las emociones y aceptando el destino.
En resumen, la ataraxia es un ideal de tranquilidad mental que varias escuelas filosóficas promovieron como clave para una vida plena y sin sufrimiento.
Practicar la ataraxia en la sociedad actual del siglo XXI puede parecer difícil debido al ritmo acelerado de vida, la sobrecarga de información y la presión social, pero es completamente posible si aplicamos principios de las filosofías antiguas a nuestra realidad moderna. Aquí hay algunas estrategias inspiradas en el epicureísmo, el escepticismo pirrónico y el estoicismo que pueden ayudarnos a alcanzar la serenidad mental:

1. Filtrar la información y reducir el ruido mental (Escepticismo Pirrónico)
- Evita la sobrecarga informativa: No es necesario tener una opinión sobre todo. Reduce la exposición a noticias tóxicas y debates innecesarios en redes sociales.
- Suspender el juicio: No todo tiene una respuesta clara, y está bien no saberlo todo. Aprender a convivir con la incertidumbre disminuye el estrés.

2. Dominar nuestras emociones y aceptar lo inevitable (Estoicismo)
- Distinguir lo que depende de nosotros y lo que no: No podemos controlar el tráfico, el clima o las opiniones ajenas, pero sí nuestra reacción ante ello.
- Practicar la aceptación radical: Aceptar la realidad tal como es en lugar de resistirla con frustración nos ayuda a mantener la calma.
- Ejercitar la resiliencia: Enfrentar dificultades con una mentalidad de aprendizaje en lugar de victimización.

3. Simplificar la vida y redefinir el placer (Epicureísmo)
- Reducir las necesidades artificiales: No necesitamos la última tecnología, reconocimiento social o la agenda más ocupada para ser felices. La felicidad viene de lo simple.
- Disfrutar el presente sin excesos: Encontrar placer en cosas pequeñas como una conversación significativa, un paseo o una comida casera.
- Practicar la gratitud: Apreciar lo que ya tenemos en lugar de enfocarnos en lo que falta.

4. Gestionar el tiempo y reducir el estrés
- Desconectar digitalmente: Pasar menos tiempo en redes sociales y más en actividades que realmente aporten bienestar.
- Crear momentos de tranquilidad: La meditación, la lectura, el silencio o simplemente no hacer nada son formas de cultivar la calma interior.
- Decir «no» sin culpa: No necesitamos aceptar todas las invitaciones ni cumplir con todas las expectativas ajenas.

5. Mantener relaciones equilibradas
- Evitar conflictos innecesarios: No todo merece una discusión. A veces, lo mejor es guardar silencio y conservar la paz interior.
- Rodearse de personas que aporten calma: Evitar ambientes tóxicos y relaciones que generan ansiedad o conflicto constante.
- Practicar la compasión sin apego: Ayudar a otros sin esperar nada a cambio, pero sin permitir que los problemas ajenos destruyan nuestra paz.
La ataraxia no significa aislarse o evitar responsabilidades, sino vivir con ecuanimidad, saber qué batallas elegir y aprender a fluir con la vida sin aferrarse a expectativas rígidas. Adoptar estos hábitos nos ayuda a navegar en un mundo acelerado sin ser arrastrados por el caos externo.
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