Mi reto personal: Subir 75.000 escalones en 11 meses

Los 7 kilos de más en mi organismo desde finales de mayo hasta agosto han influido en mi vitalidad y mi “pesadez” a la hora de afrontar mi vida diaria.
Tras la llegada de mis vacaciones me dispuse a subir una escalera, con apenas unos 20 escalones, y cuando termine estaba fatigado y empezando con una sudoración imperdonable para tan escaso esfuerzo físico. ¡¡¡¡No puede ser¡¡¡¡, me hable a mí mismo interiormente. En los siguientes días me sentía pesado, absolutamente torpe, cansado por cualquier esfuerzo y sobre todo enfadado conmigo mismo.
Es indudable que dieta y ejercicio son los componentes para sacarme de esta infame situación, pero quería dar un paso más, quería “castigarme” por haber sucumbido a los excesos alimenticios y quería sentir dolor. Tenía que pagar por mi vida epicúrea. Fue la chispa de mi subida por las escaleras la que impulso mi palanca de cambio. Voy a subir escaleras hasta mis siguientes vacaciones.
Siendo consciente que es un reto que no va a influir del todo en mi tono físico, ya que para bajar peso deberé acompañar de otros ejercicios y también de una dieta, si que enseguida vi los posibles beneficios:

• Fortalecimiento del Tren Inferior: Tener unas piernas fuertes te da múltiples ventajas. Poder tener más capacidad en carrera. Aguantar distancias recorridas. Y también poder dar una patada escalofriante a todas aquellas personas desagradables y toxicas (esto ultima es una posibilidad, no significa que vaya hacerlo)

• Movilización de la grasa: Esto lo he leído en algunos de los beneficios de subir escaleras que he podido encontrar en Google. Espero que mi grasa se movilice y también desaparezca, porque moverla de un lado a otro de la tripa tampoco es que satisfaga mucho

• Aumento de la resistencia: Lo que me puede permitir poder desarrollar otros deportes.

Todo esto viene reforzado en el artículo de la Organización Facua titulado Subir y bajar escaleras: Un ejercicio muy saludable del cual os dejo un extracto
De los estudios aludidos cabe mencionar un trabajo suizo, liderado por Philippe Meyer en la Universidad de Ginebra, que consistió en hacer utilizar las escaleras a sesenta y nueve empleados de la misma. Estas personas, con un estilo de vida sedentario (menos de dos horas de ejercicio a la semana y menos de diez subidas de escaleras al día), tras tres meses de no utilizar los ascensores y, en cambio, utilizar las escaleras en un promedio de veintitrés ascensiones o descensos por día, obtuvieron resultados positivos.
El citado estudio concluyó que subir y bajar escaleras durante, al menos, tres meses, beneficia notablemente la salud. En concreto, se encontró que la mejoría de la capacidad aeróbica equivalía a una reducción del riesgo de morir de forma prematura hasta en un 15%. Asimismo, se notaron otros efectos sobre el bienestar físico en general de los participantes: una disminución en el perímetro de la cintura, de la grasa acumulada, de la presión arterial y del colesterol, todos ellos factores de riesgo en lo que respecta a enfermedades cardiovasculares.
Otro estudio llevado a cabo por el doctor Roy Shephard de la Universidad de Toronto (Canadá) sostiene que un ejecutivo sedentario que suba un tramo de escalera con escalones de veinte centímetros a una frecuencia de treinta o cuarenta por minuto, usa aproximadamente el 50% de su capacidad aeróbica máxima y realiza un buen trabajo, aunque breve.
Shephard recomienda subir tres tramos sin detenerse en treinta segundos cada vez, dos escalones por vez si es posible. El hecho de llevar a cabo de forma diaria este tipo de actividad física también reporta otro tipo de beneficios como: – Descenso del colesterol y de la presión arterial, disminuyendo así el riesgo de padecer enfermedades de corazón. – Mayor fuerza muscular en las piernas y mayor resistencia cardiopulmonar. – Fortalecimiento de los huesos. – Mejora de circulación y tono muscular. – Ayuda a quemar calorías.
Mi reto consiste en subir 75.000 escalones durante 11 meses, es decir unas 48 semanas. La media es de unos 1.560 escalones a la semana Para poder adornarlo con datos son los siguientes:

• Subir 45 veces la Torre Effiel

• Subir unas 47 veces el Empire State

• Subir 255 veces la Torre de Pisa y más o menos los que la Torre del Castillo de Praga, aunque esta es sin duda la escalera que más me costó subir, por la estrechez y la eterna subida en caracol que parecía estabas atrapado en una pesadilla

• Subir unas 320 veces la Torre de Hércules

• Subir unas 433 veces a la magnífica Torre Tavira, la Torre más alta de Cádiz y disfrutar de la Camara Oscura. Este año la subiré junto a mi buen amiga Belén

 
El trasfondo es poder tener retos que superar, ya puede ser bailando tango, tal y como hice el 23 de Mayo en el Evento Sin Límites y que plasme en mi artículo Mi experiencia Tango o bien sacando adelante nuevos proyectos que me ilusionen y que pongan en mi vida la motivación para poder dar lo mejor de mí mismo a los demás.
¿Crees que lograre mi reto? ¿Abandonare pronto? ¿Te unes conmigo y lo hacemos juntos?
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